miércoles, 5 de septiembre de 2012

DREDD 3D CRITICA


Por más que el comic original tenga al alcance de la mano su 40 aniversario, la imagen del héroe de origen británico para el cinéfilo (en este caso más bien cinéfago) medio irá para siempre y por desgracia asociada a la que posiblemente sea la peor película protagonizada por Sylvester Stallone. Una versión simplista y multicolor que se saltaba toda la esencia del siniestro universo de Megacity hasta el extremo de pasarse por el arco del triunfo una seña de identidad del personaje como es su casco perpetuamente calzado en la cabeza y que al bueno de Sly le debió parecer que iba contra su ego. En cualquier caso, el daño está hecho y aunque Pete Travis ha hecho un trabajo bastante más que digno que Danny Cannon en sus respectivas versiones y tras la avalancha de justicieros de viñeta que se van acumulando en pantalla con mayor o menor acierto, la sensación que deja este nuevo Dredd es que llega un poco tarde. 


Y lo hace por distintos motivos. Principalmente por no aportar nada nuevo al género y satisfacer principalmente a los fans del comic. A ello hay que sumar un guión plano y tópico que recurre a situaciones ya vistas en otras cintas de acción o incluso western trasladados a este universo postapocalíptico donde el bueno queda atrapado en la guarida del malo (mala en este caso a cargo de una convincente Lena Headey) y su principal objetivo es la supervivencia aniquilando villanos como si se tratase de un videojuego. Desde luego la estética y los tiros hacen sentir a uno como si estuviera viendo la demo de alguno de estos, poca adaptación deberán hacer los creativos que lleven el título a las consolas. 

Si algo bueno tiene este Dredd es que al menos nos libra de conocer el origen del personaje. Trama recurrente de cualquier superhéroe que se precie y que aquí al menos, explicado en off nos introduce y explica porque la megaciudad de 800 millones de habitantes con tasas altísimas de delincuencia no tiene tiempo para montar juzgados de instrucción delegando la responsabilidad en la policía/juez/verdugo que, a modo de Juan Palomos, ellos se lo guisan y ellos se lo comen en tiempo record. Realmente no hace falta más explicación ni más motivaciones para presentar al juez Dredd. Si le gusta o no su trabajo nunca lo sabremos, él se limita a aplicarlo. Tan aséptico como la película. 

Una recomendación. Si ya de por sí el 3D hace pocas mejoras en la mayoría de las películas más allá de engordar los bolsillos de los productores, con la reciente subida del IVA que los cines han revertido directamente en el espectador, una cinta mayormente oscura, ambientada en localizaciones cerradas y claustrofóbicas, no parecen la mejor oportunidad para calzarse unas gafas a euro la lente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario